miércoles, 26 de junio de 2013

NO VENIMOS DE LA NADA




Este mes celebramos el día del padre y en particular me gustaría recordar a mi padre y a todos los padres que ya no están más. Si bien ellos ya se fueron, en cierta manera se mantienen con nosotros siempre. Es que no venimos de la nada. Tampoco partimos a la nada. La vida me dio la certeza de ambas cosas. 

Yo tengo la fortuna de saber muy bien de dónde vengo. Los pasos firmes y no siempre fáciles que dio mi padre fundamentales en mi existencia. Le agradezco todos los días por todos los pasos que dio y que me hicieron posible. La vida es maravillosa y se la debo. Seguro yo no iba a existir si durante la guerra que le tocó vivir, no hubiera decidido tomar las decisiones difíciles que tomó. De seguro la muerte le hubiera cerrado los ojos y mutilado los sueños prematuramente en aquella guerra que cegó tantas vidas de tu generación. Pero no lo hizo para vivir más, ni siquiera para que 30 años después tuviera la posibilidad de convocarnos a este mundo a mi hermano y a mí. Sé que lo hizo porque sus ideales y valores no le permitían existir de ninguna otra manera que no fuera manteniéndose fiel a ellos. Toda su vida se rigió así: Generoso, noble, fuerte, reflexivo, bueno y justo. Así le conocí yo 30 años después, y desde que tuve conciencia supe que si le agarraba fuerte de la mano y seguía sus pasos, siempre andaría por buen camino. 

Mi padre caminó mucho por esta vida, dio tantos pasos firmes y anduvo siempre recto. Cuando se fue, en mi corazón sentí una enorme paz generada por la certeza de saber que su vida había sido buena y bien vivida. Claro, que le quedaron algunos pendientes: vernos casados a mi hermano y a mí, vernos profesionales, vernos padres…. Conocer a sus nietos. En todos los grandes acontecimientos de nuestra vida siempre hubo una silla vacía. Pero la llenaba su recuerdo.

Y ahora me encantaría poder contarle lo que dejó. Hoy le escribí una carta a mi padre que ya no está. Para contarle lo que no hubiera sido posible sin su existir. No partió a la nada. Dejó mucho y su legado crece cada año. 

“Papi: Tenés tres nietas preciosas que siempre me hacen preguntas sobre como eras vos. Por suerte tu recuerdo también se mantuvo vigente en los corazones de quienes no tuvieron la fortuna de conocerte, pero igual te quieren como si lo hubieran hecho. Todos los días te veo en los ojos de mi hija Fernanda, y en su espíritu noble y su alma creativa. Ella también heredó tu pasión por contar malos chistes y hasta se ríe sola de ellos…. Tal y como lo hacías vos. Paulina por su parte se mete a todos en su bolsillo, es jovial y divertida y tiene mucho de vos en ese aspecto. Todos estamos bien papi. Somos felices y tal como nos enseñaste siempre nos apoyamos y nos cuidamos. Estarías tan orgulloso de mi hermano! Cada día se te parece más, y no sólo en lo pelado que está, sino también en su manera de ser. Sé que cada día te recuerda y trata de regirse por lo que le enseñaste. Como vos construyó estructuras imposibles y vagó por el mundo a sus anchas, y además, como vos, anda bien recto nuestro chiquito que ya no es tan chico como lo dejaste. Mamá te lleva una vela todos los viernes al cementerio. Pero no hay día en que no te recuerda con una sonrisa. Sigue igualita. Te extraña mucho viejito, pero sigue la marcha sin bajar nunca el ritmo. A mil siempre y para adelante, nunca para atrás. Y yo, escribo de vez en cuando (esto lo heredé de vos) y sé que hubieras guardado orgulloso todos los recortes de mis textos…..

Hoy te recuerdo y no estoy triste. Estoy emocionada, pero mis lágrimas son de alegría. Pasaron muchos años desde que te fuiste y parafraseando a Antonio Machado, el pueblo se hizo nuevo cada año, y los pájaros también siguieron cantando. Y cantaron fuerte y lindo papá. Ahora mismo están cantando… celebrando el recuerdo y la vida que es buena y bien andada. Con tropiezos de vez en cuando, pero siempre tomados de tu mano para levantarnos y seguir la marcha. ¡Siempre papá! ¡Feliz día del padre! Se que mi amor te llega y que en algún lugar nos estás observando y sonriendo.