martes, 30 de noviembre de 2010

DISFRAZADAS




Llega Halloween, el esperado día de las brujas y con él otra oportunidad para divertirnos a lo grande con nuestros hijos. En casa toda ocasión para disfrazarse es recibida con un enorme entusiasmo por las nenas. Ni bien escuchan la palabra Halloween, empiezan a poner en marcha todos los engranajes de su fantasía para definir cual será el disfraz que cada una llevará.

Cuando Julieta todavía no podía elegir por sí misma, sus hermanitas competían para ver quien proponía el mejor disfraz para su hermanita. Algunas de sus propuestas eran verdaderos delirios infantiles imposibles de poner en práctica (al menos cuidando la economía) pero siempre terminamos eligiendo juntas un disfraz apropiado. ¡Pero este año la enana ya manifestó su firme intención de ir disfrazada de princesa sobre un unicornio!

Este año voy a tener que poner todo mi ingenio para poder realizar los disfraces.  A parte del romántico y principesco disfraz de Julieta, Paulina, la científica de la familia, me vino con que quiere disfrazarse de sistema solar y  Fernanda que está fascinada con la música POP me vino con la ocurrencia de disfrazarse de nada más y nada menos que Lady Gaga (¡¡Por suerte no se le ocurrió el disfraz de carne…. guácala!!!) ¡Eso me pasa por tener hijas creativas! ¡Una hace de todo por estimularlas y luego tanta estimulación te pasa la factura en forma de delirios creativos!

Prefiero hacer yo misma sus disfraces. Aunque esto era mucho más fácil cuando mis delirantes hijas no tenían ni voz ni voto y me bastaba pintarles un poco la carita e improvisar alguna ropita para convertirlas en princesas, y ni les cuento las veces que reciclé los trajes de sus festivales de ballet. Pero últimamente cuando llega esta fiesta me convierto en toda una artesana, valiéndome de pegamento, goma eva, espumas, telas, tijeras, pinturas, purpurina e isopor, haciendo mi mejor esfuerzo en permitirles vivir sus fantasías. Por suerte por más chueco y estrambótico que me salga el disfraz, para ellas es ¡re facha!

Nunca se me dio por comprar en línea los disfraces… ya que a pesar de la variedad y originalidad de los disfraces, la mayoría de ellos están fabricados para temperaturas bajo cero, ya que en Estados Unidos Halloween cae en pleno otoño. Nunca voy a olvidar el Halloween pasado que por el calor se desmayaron dos chicos en una fiesta. ¡Imagínense a los pobrecitos, saltando como locos en el globo loco, con una humedad infernal y 38 grados de calor sofocados con sus disfraces de mangas largas!

Ahora ya estoy craneando como china voy a ser para hacer el disfraz del sistema solar, ya que ni siquiera recuerdo el orden de los planetas… espero no meter la pata. Lo del unicornio creo que ya lo tengo solucionado y lo de Lady Gaga va a estar difícil pero divertido, ¡espero que entiendan que va de Lady Gaga y no de extraterrestre!

¡Disfruto tanto haciendo sus disfraces! Pero lo mejor es cuando se los ponen ya que allí empieza la magia: ellas no sólo se disfrazan, también se convierten en el personaje. Mis hijas se transforman en pequeñas actrices que entran en su rol y empiezan a jugar y a actuar como si fueran princesas, planetas o cantantes alocadas. Es tan gracioso verlas así de entusiasmadas y ser el artífice de esta magia que es convertirlas, como si tuviera una varita mágica, en verdaderas princesas, planetas, animales, fantasmas… con sólo un disfraz. Sólo me gustaría que sus fantasías fueran un poquito más fáciles de concebir.

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