martes, 20 de abril de 2010

Ding Ding Noni

Uno cree que los adultos salimos menos por viejos y aburridos. Pero les aseguro que no es por ninguna de estas cosas. Sencillamente no nos gusta trasnochar porque sabemos muy bien lo que nuestros hijos nos deparan al día siguiente.


Cada vez que llegan las fiestas de fin de año me ilusiono con ver que me voy a poner, con elegir los regalos y el menú y pienso en lo bien que voy a pasar con Eduardo y las nenas. Luego… como un flash informativo de alguna catástrofe llega a mi mente la imagen mental del barullo que van a estar haciendo mis hijas la mañana siguiente con sus juguetes nuevos.


Cuando una se convierte en madre, inmediatamente las fiestas pierden gran parte de su atractivo. Una termina agotada. Llegar relajada a la fiesta, como cuando nuestra única preocupación era que ropa nos íbamos a poner, se convierte en una utopía. Ahora tenemos que preparar la comida, organizar la casa que se queda vacía, vestir y arrear a los chicos, esconder los regalos, preparar la ropa de nuestros maridos y terminar vistiéndonos a las corridas para no llegar tarde a lo de nuestras suegras.


Los feriados posteriores, que antes aprovechábamos al máximo para relajarnos, reponernos de la trasnochada, dormir hasta tarde y andar en pijamas todo el día, ya no cumplen su objetivo. La realidad es que al día siguiente, nos despertamos con un martillo en la cabeza, al son de las mil y una melodías de los juguetes chinos que recibieron nuestros hijos.

Es tan cierto eso que te dicen tan proféticamente las otras madres cuando te embarazás por primera vez y te ataca esa somnolencia incontenible de los primeros meses. Todas te repiten en coro: “Aprovechá ahora y dormí todo lo que puedas ya que cuando nazca el bebé ya no vas a dormir más.” Por supuesto que nosotras ilusamente creemos que solo están exagerando… Ni bien nos convertimos en madres… nos espantamos al darnos cuenta no solo de que su profecía se cumple y sino también del hecho que en realidad estaban MINIMIZANDO la situación…


No hay palabras para describir las primeras noches de una madre primeriza…. Una se convierte en un zombie esclavizado por una maquinita de llanto y lo único que deseamos es encontrar un botón de OFF en el bebé para que nos deje dormir al menos una noche sin interrupciones. Y así empieza nuestra tortuosa travesía por las noches en vela….

Cuando finalmente empiezan a dormir de corrido e ilusamente creemos que al fin volveremos a dormir como antes, inmediatamente se les activa un instinto madrugador especialmente efectivo los feriados y fines de semana. Si bien cada día tenemos que luchar para despertarle entre semana para que lleguen a hora a la guarde o al colegio, los fines de semana ellos se levantan al alba sin la menor ayuda. Mi hija Victoria se levantaba a las cinco de la mañana todos los sábados, y cuando le decía que tenía que seguir durmiendo, abría las cortinas de par en par y me decía triunfante: “¡pero mami ya es de día!”


Por esto me propuse este año mandarle yo también una carta a Papá Noel que pedirá solo un regalo que creo que es muy merecido:


“Querido Papá Noel, como lo que más extraño es DORMIR A PATA SUELTA al día siguiente de las fiestas, y como me porté bien todo el año, te pido que por favor me regales más horas de sueño, al menos para el 25 de diciembre y el 1° de Enero. Si le hacés dormir al menos hasta las 10 de la mañana a mis tres gordas, te estaré eternamente agradecida. Atentamente, Una madre al borde.”

2 comentarios:

Unknown dijo...

me siento tan identificada!!hace seis años tuve a mi primer hijo y hace 3 a la segunda y realmente nunca mas volvi a dormir ni siquiera una vez , lo que hubiese querido! el primer año de cada uno evidente mente nos necesitan 100% pero mas adelante cuando sus necesidades son de puro rompe p...inventé toda clase de tecnicas, desde preparar el desayuno y dejarlo listo en la heladera, hasta dejar listo el bendito dvd de xuxa que lo vieron 1500 veces para que se distraigan una horita mas!! pero siempre hay alguna excusa para necesitarme: acompañame al baño que creo que hay un monstruo en el water, o la mas famosa: hoy quiero la leche calentita... y bueno asi es la vida de la madre...

Elly dijo...

Excelente tu artículo noni, te felicito y es una grata experiencia haber podido encontrar este blog