lunes, 9 de febrero de 2009

Los niños frente a la tele

Lo que más me gusta del verano es no verles a mis hijas frente a la tele. Que maravilla es verlas en la pileta todo el día, corriendo por el patio y jugando al aire libre. Cuando nosotros éramos chicos no teníamos la posibilidad de ver tele todo el día. Yo al menos tenía prohibidísimo ver novelas y solo podía ver los dibujitos de la mañana y los de la tarde y por supuesto el infaltable Chavo del 8. Pero el resto del día no había nada para nosotros en la tele, y esto nos obligaba a jugar, a correr, a divertirnos en el patio.

Ahora con las señales de cable que transmiten dibujitos las 24 horas es prácticamente imposible limitar la cantidad de tiempo que pasan frente a la tele. Por supuesto que también somos cómodas, ya que no hay nada más práctico para despachar a los hijos que sentarlos a ver tele. Se quedan quietitos (idiotizados), se acaban los ruidos, el griterío y el desorden. Reina la paz y nosotras nos podemos pegar esa siestita reparadora taaan necesaria.

Yo intento controlar lo que miran mis hijas. Les prohíbo ver dibujitos violentos (hay tantos!) y las telenovelas de cualquier tipo. Les aliento a ver documentales y programas educativos. Pero no siempre logro mi cometido. Por ejemplo, no pude luchar contra la fiebre de Patito Feo, que para mí es más novela que programa para niños. Paulina que ya va al cole por supuesto que está obsesionada con ver el programa que ven todas sus compañeritas. Por más de que no lo ve en casa, se sabe todas las canciones. Estoy segura que lo ve en la casa de sus amiguitas y por supuesto que también se las habrá ingeniado más de una vez para verlo a escondidas. ¡Las niñas de hoy no son nada tontas!

Pero por más de que controlo lo que miran, no puedo controlar los comerciales. Esto siqué me altera! En primer lugar están las propagandas incesantes que los enseñan a consumir desde chiquitos. Es increíble como al terminar cada pausa comercial empiezan a decir: “mami quiero este juguete que sale en la tele” Fernanda que es chiquita hasta se sabe los jingles y los canta todo el día! Me da tanta rabia ya que se que detrás de eso hay mentes brillantes que lo tienen todo fríamente calculado y que se han puesto como propósito invadir las mentes de nuestros hijos y volverlos en mini consumistas.

En segundo lugar están las publicidades XXX en los canales de aire que pasan a cualquier hora sin importar que sea horario de protección al menor. Me molestan especialmente las de hotline, que si bien no están en los canales infantiles, pasan en todos los otros canales sin importar el horario.

Otra cosa que me altera (aunque capaz que sea un poco exagerada con esto) es el machismo reinante en las publicidades. ¿Ustedes nunca se pusieron a pensar, porqué en el medio de tanta publicidad de juguetes hay tantas publicidades de detergentes, desodorantes y shampoos para mujeres? Nunca una publicidad de una crema de afeitar, o de desodorantes para hombres.

Pero lo que me parece especialmente indignante (y no se porqué no hay más protestas con respecto a esto) es el contenido de los noticieros. Que necesidad hay de filmar a los accidentados, a las personas mutiladas y especialmente a los cadáveres. En más de una ocasión se me ha quedado el desayuno a media garganta viendo el noticiero. Yo no quiero ver cadáveres y accidentados mientras desayuno y menos aún quiero que lo vean mis hijos. Pero esto parece que los canales de TV no lo tienen en cuenta. ¿No les parece que el supuesto “horario de protección al menor” también deberían limitar las imágenes violentas y desagradables que se emiten en horas en las que los niños suelen estar frente a la TV?

Ojalá esta revista caiga en manos de alguien que pueda hacer algo al respecto. Alguien que verdaderamente se preocupe por los niños y tenga la autoridad y el buen tino como para al menos librar nuestras mañanas de esas escenas espantosas y sensacionalistas que ya nos hemos acostumbrado a ver.

No hay comentarios: